Entraremos en el municipio de Villaescusa, cruzando la ría de Solía por su puente metálico. Desde aquí, la sombra de los plátanos nos acompañará hasta Astillero y el parque La Cantábrica, llegando finalmente al puerto (km 36).
Llegando a Santander
A partir de Astillero, la ruta adquiere un carácter urbano, con más tráfico y cruces, pero ofrece el atractivo de llegar a Santander por la Vía Verde, creando una experiencia de contrastes únicos.
Al salir de Astillero hacia Maliaño, la ruta pasa por las Marismas Blancas y Negras, donde te encontrarás con una interesante pasarela flotante. Esta estructura cuenta con dos rampas y su
inclinación varía según la marea, por lo que se recomienda precaución, especialmente si la marea está alta, optando por pasar caminando si hay alguna duda.
Ya en Santander, la ruta llega al emblemático Centro Botín, un punto culminante cultural y arquitectónico de la ciudad. Nuestro recorrido continúa pasando por
el Homenaje a los Raqueros, un lugar significativo que rinde tributo a la historia local. Para después continuar hasta el Sardinero y a la vuelta recorreremos la península de la Magdalena.
Esta extensión incrementa el recorrido total a 105 km y 650 m de desnivel positivo, ofreciendo aún más vistas impresionantes y descubrimientos culturales a lo largo del camino.
Para regresar al punto de partida, seguiremos el mismo camino en sentido inverso, completando así un viaje a través del tiempo y la naturaleza, en una ruta que combina deporte,
historia, paisajes cautivadores y contrastes entre lo urbano y lo rural.